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    "Unas tanto y otras tan poco"… 

    "Siempre queremos lo que no tenemos"...


     Mi madre -de toda la vidadeDios- se ha quejado por tener mucho pecho, desde que tengo uso de razón la recuerdo comprando sujetadores reductores y utilizando camisas, camisetas y jerséis para TAPAR/CUBRIR/DISIMULAR su pecho.


    Yo, que lo he heredado prácticamente todo de ella (y cuantos más años cumplo, más me le parezco), desarrollé un pecho digamos… normal, aunque en mi adolescencia tuve momentos bastante traumáticos de poqui-pechi (ya hemos hablado otras veces en el blog de este tema jajajajajaja). Ella no hacía otra cosa que enumerarme el listado de beneficios de tener poco pecho, y yo me hinchaba a comer pollo y almendras para que me crecieran las tetas, pero no hubo manera, sé que existen soluciones como una operacion de pecho, pero nunca me lo planteé y la verdad es que han pasado muchos años hasta que lo he aceptado, bendecido y amado.


    Sí, ahora las amo, con su medida estándar, algo separadas y cada año algunos milímetros más cerca del suelo, aún así, las amo jajajajaja


    Pero no hablemos sólo de mis pechos ¡no! Vamos a sacar todos los complejos a la luz, jajajajajajaja desde el amor y con cariño eh… ¡Pero cuantas puñetas! ¡Todos fuera!


    ¿Empezamos de arriba a abajo?  

    ¿De más a menos complejo? 
    ¿O por grado se aceptación? Jajajaja


    Pues bien, vamos a la CARA… era muy crítica con ella, ahora la miro y oye ¡QUE ES MI CARA!


    No me gustaban mis ojos, con lo cual el maquillaje y las gafas de sol eran mis aliados, demasiado caídos, demasiado pequeños, demasiado marrones… jajajajajaja Ahora los veo y pienso ¡Vaya pestañas morena, y ese círculo verde tan precioso que tienes en el centro! ¡Y lo expresivos que son! Amo mis ojos :)


    Tampoco me gustaba mi nariz, de hecho, hubo una época en que fantaseaba frente al espejo haciéndomela más fina, más puntiaguda, más baja… e incluso llegué a buscar centros de estetica en Barcelona , esta etapa duró desde los 12 años aproximadamente hasta los… ¿30? Ahora la acepto tanto que incluso le he dado un premio y tiene un piercing de quita y pon jajajajajajajaja Además es tan grande para oleeerteee meeejooorr


    Y llegamos a la boca
    ¡ajá! Sí, como ves, de mi cara sólo se libran mis orejas. Mis labios me gustan, es más, es una de las cosas que más me gustan de mi cara, pero los dientes ¡ay los dientes! Esto es otro cantar… desde pequeña traumatizada porque los tenía separados, y aunque nadie (o yo no lo recuerdo) se metía demasiado conmigo, yo me autollamaba conejo, roedora… años depués, cuando me salieron las muelas de jucio, para más colmo, una de las paletas se me torció ligeramente y entonces ya fue un… ¡apaga y vámonos! Años y años con la boca cerradita en todas las fotos, haciéndo lo imposible por no mostrar mis dientes demasiado… Ahora me veo, en los recuerdos y pienso… ¡qué tontaaa Mari Trini! ¡Con lo bonito y lo saludable que es sonreir y reír a carjacada limpia! Aunque lo tengo bastante superado, no descarto utilizar corrector dental, pero esto ya, además de por motivos estéticos es por necesidad ya que no hago bien la mordida y a veces es una faena, pero todo bien jejejejejeje


    ¡Ay! Me he dejado el pelo… le llamaba estropajoso, sin gracia, encrespado,… Y ahora, mi querido pelo pantano, es un pelo fino pero abundante, brillante, que crece con paso ligero, que se deja hacer lo que quiero y que me ha regalado la oportunidad de lucir todos los colores habidos y por haber… ¿qué más le puedo pedir? Te amo pelo mío.


    ¿Seguimos o ya has tenido suficiente?  
    Jajajajajaja Seguimos un poquito más, que oye, me está viniendo bien esto, a modo de terapia, para ver todo lo que he cambiado y avanzado… ¡MENUDO AUTO-REGALO!


    Pues el pecho, como ya te he dicho antes, me parecía pequeño, caído, separado… Y hoy lo miro y… ¡todo son ventajas! Jajajajajajajaja Caben en cualquier sitio y no me duele la espalda.


    La barriga… ¡Tachán! Este punto también me ha molestado muchísimo, sobretodo en los últimos años cuando he tenido mis picos más altos de peso. Me incomoda y además me limita para ponerme algunas prendas que me encantan, aún así… ¡HOLA BARRIGA, estamos trabajando en ello y te querré! PD: Aunque mengües también te querré, ¡no te resistas guapa!


    Y ya, de aquí pa bajo, todo bien darlings, aunque - y ahora te vas a reírcuando tenía 14 años odiaba que mis tobillos fueran tan finos y sólo me ponía botas para cubrirlos… ¡HOLAAA! Está claro que en la adolescencia estamos enajenadas mental… ¿tobillos demasiado finos? Y eso teniendo en cuenta que ya tenía mi 1,70 de altura, gastaba una talla 40 y no tenía tripa… Ahora veo las fotos y pienso… ¿Pero como podía este pivón de niña/adolescente/aspirante a mujer tener tantos complejos? Una pena, que sólo se soluciona con la edad, y muchas dosis de amor.


    Hay algo curioso en todo esto,
    cuanto más se disipaban mis complejos, más empatizaba con los complejos de las personas incluso llegando a entender y apoyar que alguien se someta a una cirujía, cosa que a día de hoy yo seguiría sin hacer (por el miedo que le tengo al quirófano), pero que oye, viendo como le cambia la vida a muchas personas… lo comprendo.


    Y es más, me parece maravilloso siempre y cuando una/o lo haga desde el amor, por convicción y decisión propia, y no por la presión externa de alguien en concreto o de la sociedad en general.


    Por suerte vivimos en un mundo en el que podemos elegir muchísimas cosas, pues elijamos siempre por amor a nosotras mismas.





    Y tú ¿Qué me cuentas sobre tus complejos?

    ¿Van a más o van a menos?

    ¿Qué es lo que más te gusta de ti?